Impresiones Tekken 8: El nuevo torneo del Rey del puño de hierro vuelve más espectacular, completo y accesible que nunca.
Además de un modo historia que hará las delicias de los fans de la acción más alocada, probamos el modo Misión arcade en una versión con los 32 personajes.
Para varias generaciones de jugadores, pero especialmente para aquellos que conectaron con los videojuegos en la época de la primera PlayStation, el "echarse un Tekken" en las tardes con los colegas se convirtió en un plan tan genial como habitual. Un plan que vivió sus mejores momentos con Tekken 3 y con Tekken 5, y que con los cambios de consolas fue haciéndose menos popular: en la era de PS3 y 360 la lucha salió del mainstream más general, y en la pasada generación el género puso el foco en el intimidante juego online.
Pero de un tiempo a esta parte estamos viendo con Mortal Kombat, Street Fighter 6 y otros grandes nombres una vuelta a la accesibilidad. Un retorno de esas tardes de sofá con colegas, de pachangas entre personas de distinta habilidad, y de juegos con abultados modos para un jugador, sin dejar de lado el componente online. Tekken 8 se suma a esta tendencia el 26 de enero con un lanzamiento global en PC, PS5 y Xbox Series. Hace unos días pudimos jugar un buen puñado de horas que nos dejaron claro que llega con más contenido y espectacularidad que nunca.
Una historia grandiosa y un arcade con mucha cuerda
La sesión comenzó con un modo historia que continúa la trama de los linajes Mishima y Kazama, y aunque se incluye un resumen en vídeo de Tekken 7, no es necesario haber jugado previamente para disfrutar de una narrativa repleta de acción estrafalaria. Un Jin Kazama preocupado por la posibilidad de que la sangre de demonio le afecte del mismo modo que a su archienemigo se propone, rodeándose de un amplio grupo de colegas que conocerá en el nuevo Torneo del Rey del Puño de hierro, pararle los pies a Kazuya Mishima, quien ha sumido el mundo en la guerra y la destrucción.